Adaptar La Vivienda
Uno de los objetivos principales en el cuidado de la persona dependiente es la promoción de la autonomía del individuo, ya que de esta manera contribuimos a una mejora de la calidad de su vida y un mayor bienestar, tanto por parte de la persona dependiente como por parte de su entorno.
Uno de los recursos que el cuidador tiene a su alcance es realizar cambios estructurales en el hogar para que este tenga unas características que faciliten el mantenimiento de la autonomía del individuo y reduzcan la necesidad de la ayuda de un tercero, ya que es un espacio donde la persona dependiente va a pasar gran parte de su tiempo. Es importante que, en esta adaptación, la vivienda se adecue a las destrezas y necesidades del usuario.
Realizar estos cambios en la vivienda puede ser muy costoso. Las administraciones públicas ofrecen ayudas para poder realizar estas adaptaciones con un coste menor. La Ley de la Dependencia, es la encargada de regular cuáles son las condiciones necesarias para poder acceder a estas prestaciones económicas.
El ambiente, para que sea funcional y eficaz en la promoción de la autonomía del individuo, ha de reunir una serie de características básicas:
- El ambiente, para que sea funcional y eficaz en la promoción de la autonomía del individuo, ha de reunir una serie de características básicas:
- Responder a las necesidades concretas de la persona en situación de dependencia.
- La seguridad, el ambiente ha de ser un lugar que evite o disminuya al mínimo el riesgo de que una situación perjudicial se produzca.
- Facilitador de los desplazamientos de la persona de un lugar a otro de las estancias.
- Facilitador de la orientación para que la persona conozca fácilmente donde están situadas las estancias o los objetos que va a utilizar en su día a día.
- La simplicidad, el ambiente ha de ser un lugar que no esté sobrecargado para la persona dependiente.
Adaptar la vivienda según las características de la persona dependiente tiene múltiples beneficios, tanto para la propia persona como para las personas de su entorno. Algunos de los beneficios que hay son los siguientes:
- Disminuye los riesgos e incrementa la seguridad.
- La autonomía de la persona dependiente para realizar las actividades de la vida diaria se incrementa.
- Mejora la comodidad y el confort.
- Evita los ingresos prematuros en los servicios residenciales y retrasa la necesidad de atención domiciliaria.
- Cuidado en las condiciones del ambiente para las personas cuidadoras que acompañan en la realización de las actividades de la vida diaria de la persona dependiente.
En conclusión, la adaptación de la vivienda es un recurso útil y eficaz para promover la autonomía de la persona. Para realizar estos cambios es importante que previamente se hayan detectado las necesidades concretas de la persona en situación de dependencia.