Ejercicios de coordinación
Las praxias
Las praxias se refieren a las habilidades cognitivas y motoras que nos permiten planificar, organizar y llevar a cabo movimientos y acciones intencionales y coordinadas. Son procesos mentales complejos que involucran la planificación, la secuenciación y la ejecución precisa de movimientos.
Los tipos de praxias que hay son las siguientes:
- Las praxias motoras, que se refieren a la capacidad de realizar movimientos y acciones físicas de manera coordinada y precisa. Involucran la planificación y ejecución de actividades motoras como caminar, correr, saltar, manipular objetos, escribir, vestirse, etc.
- Las praxias ideomotoras, que implican la capacidad de ejecutar movimientos en respuesta a una idea o concepto mental. Es decir, la capacidad de hacer un gesto que quiera transmitir una idea o concepto. Por ejemplo, poner el pulgar hacia arriba cuando quiero decir que todo está bien.
- Las praxias ideacionales, que se relacionan con la capacidad de planificar y ejecutar secuencias de acciones en un orden lógico y con un propósito definido. Incluyen la habilidad para llevar a cabo tareas complejas que involucran múltiples pasos. Por ejemplo, la capacidad de realizar una serie de movimientos para preparar una comida.
- Las praxias constructivas, que se refieren a la capacidad de utilizar y manipular objetos de manera habilidosa y coordinada para construir o crear algo. Involucran habilidades como encajar piezas, construir estructuras, manipular herramientas y realizar tareas manuales detalladas.
Las praxias son esenciales para el desarrollo y el funcionamiento diario. Nos permiten realizar una amplia gama de acciones físicas y habilidades motoras de manera precisa y coordinada. Cualquier alteración en las praxias puede afectar la capacidad de ejecutar movimientos de manera efectiva, lo que puede tener implicaciones en la autonomía y la ejecución de tareas cotidianas.
Índice
Claves para ejercitar la coordinación con éxito.
Las praxias son habilidades cognitivas que ayudan a mantener el cerebro y el sistema nervioso activo y en forma. A medida que envejecemos, el cerebro sufre cambios que son naturales y que tienen un impacto directo sobre las funciones cognitivas.
Es recomendable realizar movimientos y acciones intencionadas y coordinadas. Cuando realizamos estos ejercicios de entrenamiento o estimulación cognitiva es importante elegir actividades óptimas que se ajusten a las necesidades de la persona que los va a realizar.
¿Qué técnicas hay para entrenar la coordinación?
El entrenamiento de las praxias implica realizar actividades de planificación, secuenciación y ejecución de movimientos de manera precisa con la persona y de manera sistemática y regular.
Para entrenar las praxias o el movimiento coordinado existen múltiples estrategias o actividades. Algunas de las técnicas más relevantes que se utilizan para la práctica del movimiento intencional y la coordinación a través de ejercicios son las siguientes:
- Uso de técnicas para trabajar la conciencia espacial de la persona, es decir, para que esta sepa que espacio ocupa en el lugar donde está.
- Realización de ejercicios de coordinación.
- Realización de ejercicios de equilibrio.
- Realización de pequeños movimientos que incluyan la psicomotricidad fina. Es decir, movimientos que requieren de una mayor precisión, destreza, habilidad y control y que normalmente incluyen el movimiento de brazos y manos.
- Realización de ejercicios rítmicos.
- Uso de técnicas que requieran un manejo consciente de la respiración.
Ejercicios prácticos para entrenar la coordinación.
El entrenamiento regular de las praxias va a permitir a la persona ejecutar movimientos de manera óptima dentro de sus posibilidades. Por lo tanto, va a mejorar su capacidad de secuenciación y coordinación del movimiento, mejorando de esta manera su autonomía y reduciendo las limitaciones que puedan derivar de una falta de esta.
A continuación, se detallan diferentes maneras de realizar ejercicios para entrenar las praxias.
- Recortar formas en periódicos o libretas.
- Modelar con plastilina.
- Realizar actividades con bloques.
- Realizar puzles.
- Trazar una línea en el suelo y hacer que la persona siga el recorrido dibujado.
- Dibujar en un mural, a tamaño real, a uno mismo y el espacio que ocupa.
- Hacer un ejercicio en el que la respiración (la inhalación y la exhalación) se haga junto con un movimiento. Por ejemplo: inhalar mientras subo los brazos, exhalar mientras bajo los brazos.
- La realización de ejercicios que incluyen movimientos que siguen el ritmo de una música o un el ritmo propuesto por otra persona.
Recordatorio: Para elegir una actividad para entrenar la mente de manera eficaz y óptima es importante hacer un análisis previo de las necesidades de la persona que va a realizar la actividad y dar respuesta a estas necesidades concretas detectadas.
Puede ser complementario para ti el siguiente artículo: Hábitos de vida para mantener la mente en forma. |